Motemei
Los Quechuas llamaban al maíz hervido mot’e o mut’i, en tanto los Mapuche usaron el término muthi o muti para el maíz y el trigo cocido. Dentro de la comida originaria el maíz predomina, las humitas, el pilco, y la chuchoca formaron parte fundamental de la dieta primigenia. La llegada de los conquistadores españoles complementó con nuevos productos la dieta puramente autóctona, sumándose el trigo y la cría de animales, entre ellos, gallinas y corderos, etc.
El motero es parte de una de las profesiones costumbristas mas antiguas y que todavía hoy en día logran sobrevivir (a duras penas). Éste comerciante callejero comúnmente habitante de las zonas aledañas a las ciudades llegaban pregonando su producto, llevando en un brazo el canasto y en la otra un farol para alumbrar su andar en las oscuras noches de invierno. El grito de «Mote mei pelado el mei calientito!!!!» viene a consagrarlo como un personaje fundamental dentro del patrimonio popular chileno.
El origen del nombre procede de la distorsión del término maíz, que al grito del ofertante fue cambiando con el tiempo por el conocido «mei», Es así que en realidad lo ofrecido es mote de maíz. Pero no sólo llevaba mote, también es sabido que también se podía adquirir castañas, piñones o tortillas al rescoldo, todo bien calientito, para tal fin, el producto al interior del canasto estaba muy bien envuelto para conservar el calor.
La preparación es un largo proceso, se hace hervir el maíz mezclado con lejía o ceniza para que el grano bote el pellejo, después de varias horas de preparación y revoltura se cuela y se lava en variadas ocasiones.
Ahora cada vez que oigas el pregón del motero, compra una taza de mote, mézclala con azúcar, miel o arrope y a disfrutar, también sirve como ensalada y si te animas a buscar, encontrarás variadas recetas con el mote como ingrediente principal.
