El Tren de la Araucanía
Nostalgia y Magia es lo que representa el «Tren de la Araucanía», una experiencia única si se quiere revivir la fábula de viajar en un tren a vapor como se hiciera antaño y además tener el previlegio de conocer y sentir el hermoso paisaje que separa a la ciudad de Temuco y a la de Victoria.
El Tren de La Araucanía se inserta dentro del Museo Ferroviario Pablo Neruda, creado en 2004 en las instalaciones que fueron, entre el siglo XIX y principios del XX, el centro operativo de la tracción a vapor en el sur. Del lugar destaca una colección
de 12 locomotoras a vapor y nueve coches históricos, como el presidencial, que transportó desde Pedro Aguirre Cerda hasta Patricio Aylwin.
Desde sus orígenes, la espina dorsal que conformaba el ferrocarril y los ramales que unían la cordillera y el mar, impregnaron el húmedo paisaje de la región. El nuevo medio de transporte, que permitía comunicar en forma rápida y eficiente los distintos pueblos y ciudades, generó una revolución política, económica, militar y cultural en La Araucanía.
Estos ramales fueron desapareciendo paulatinamente y hoy son contados los rincones que poseen el privilegio de la llegada del tren a su estación. y más aún si su locomotora es a vapor.
Encabezado por una restaurada Locomotora 820, Baldwin tipo 80, de procedencia norteamericana fabricada en Filadelfia el año 1940, un peso de 103.8 toneladas y consumo de carbón de 22 kg/km, dos carros de pasajeros fabricados en Alemania en 1940, uno turista de procedencia argentina año 1975, un coche comedor de 1930 de la fábrica Linke Hofmann y un carro aljibe.
Conservar el patrimonio ferroviario es uno de los principales objetivos que tienen el Museo Nacional Ferroviario Pablo Neruda; el cual se ha transformado en un espacio ciudadano rodeado por un extenso parque, dando cabido a las diversas expresiones de arte y cultura en la región.