martes 23 noviembre, 2010
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El Sorbete Letelier, la bebida nacional

El Sorbete Letelier, la bebida nacional


Muchos no la conocen, otros la conocen pero no la han probado, sin embargo hay muchos que si hemos disfrutado de su dulce sabor. Si hay una bebida fantasía chilena de tomo y lomo esa es el Sorbete Letelier; Mezcla de agua carbonatada y base de guindas secas, su sabor es único y  refrescante.

Como pasó y sigue pasando en diferentes ámbitos de nuestra producción nacional, el “sorbete” fue desplazado del consumo popular por otros productos foráneos con excesivo marketing y mejor promoción, ocasionando progresivamente su abandonado del inconciente colectivo.

Es por eso esta columna, como llamado de atención a respetar lo nuestro. Esta bien tomar lo de afuera y generar nuevas y mejores soluciones, pero siempre con un sentido de indentidad. Por suerte el “Sorbete” sigue en el mercado dando dura batalla.

Hace 90 años nace en Talca, el Sorbete Letelier como una bebida netamente refrescante en base a guindas secas, incorporando en el interior de cada bebida una guinda, transformándose así en una leyenda del sabor que ha perpetuado en el tiempo.

El “Sorbete Letelier” nace en Talca hace mas de 90 años. El auge industrial que se predujo en esa zona en las primeras décadas del siglo pasado provocó el nacimiento de un gran proceso de desarrollo de diversos productos.

Su salida al mercado generó la atención de los consumidores debido a la mezcla de agua carbonatada (soda) y jugo de guindas secas, concepto innovador en ésa época. Su sello era una guinda seca en el interior de la botella. Hasta la década del 50 la elaboración era a una escala menor y de cierta forma artesanal.

En 1958, la producción del “Sorbete” fue adquirida po Embotelladora Castel (Compañias de bebidas gaseosas desde 1944). La producción industrial la posicionó en mercado central, convirtiéndose en una de las bebidas más populares pese a la entrada al mercado de las bebidas “colas” internacionales.

A mediados de los 80 y en gran parte debido a la crisis económica, la Embotelladora Castel decidió terminar con la producción en 1985.  Por fortuna en los años 90 renació de sus cenizas con las mismas características de sabor y frescor que la vieron nacer.

Declaramos a Sorbete Letelier la bebida oficial de Mi Dulce Patria para éste verano.

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